TikTok, propiedad de ByteDance, ha elaborado un plan para facilitar una revisión de su algoritmo por parte de las autoridades estadounidenses, tratando de demostrar la no injerencia del Partido Comunista Chino (PCCh) en sus actividades. Los legisladores podrán deconstruir el código de la aplicación, en el corazón de su potente sistema de recomendación y moderación. Este intento de transparencia por parte de la empresa china no convence a algunos legisladores e investigadores, que sostienen que esta iniciativa no será suficiente para eliminar las preocupaciones.
El gobierno estadounidense cree que TikTok podría ser una amenaza para la seguridad nacional. Temen ser instrumentalizados por el gobierno chino para crear tensiones entre los ciudadanos mientras roban sus datos personales. Esta desconfianza comenzó en la era Trump, durante la cual la plataforma, entonces en auge entre los usuarios más jóvenes, se vio amenazada de prohibición. En junio de 2022, el Gobierno obligó a TikTok a alojar sus datos en servidores estadounidenses, operados por Oráculo.
Esta medida no bastó para aliviar las tensiones, reavivadas por las revelaciones de acceso injustificado a datos personales de ciudadanos y periodistas estadounidenses. La aplicación sigue disponible en Estados Unidos, pero su sostenibilidad no está asegurada: muchos estados la están prohibiendo en los teléfonos de sus agentes, una decisión que se ha trasladado recientemente al ámbito federal. En marzo de 2023, el CEO de TikTok declarará ante la Cámara de Representantes para tranquilizar a los legisladores sobre la privacidad de los consumidores, la seguridad de los datos y la relación de TikTok con la CCP.
TikTok no quiere renunciar a su presencia en el mercado estadounidense, la mayor fuente de usuarios del mundo, con 113 millones de visitantes únicos mensuales. Por ello, la empresa quiere mostrar sus credenciales revelando su algoritmo y autorizando a Oracle, el actual anfitrión de sus datos estadounidenses, para hacer cambios. Una portavoz de TikTok dijo que la propuesta «incluye capas de gobierno y supervisión independiente para garantizar que no haya puertas traseras en TikTok que puedan utilizarse para acceder a datos o manipular contenidos en la plataforma». Oracle también se encargará para aprobar futuras actualizaciones.
Sin embargo, existen dudas sobre la eficacia de este planteamiento. El senador demócrata Mark Warner cree que acceso al algoritmo no puede impedir que la empresa matriz con sede en Pekín realice cambios a distancia. Dentro de la propia empresa, el algoritmo es una caja negra: en 2020, inexplicables caídas de audiencia se debieron a cambios en el algoritmo por parte de empleados chinos, sin que los ejecutivos estadounidenses puedan saberlo.
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