Seminarios, reuniones, fiestas de fin de año… No faltan ocasiones profesionales para coleccionar golosinas. Sin embargo, en los últimos años, las empresas se han replanteado su enfoque de estos objetos optando por regalos más eco-responsables. Este cambio de paradigma forma parte de un enfoque firme de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Hoy en día, los «goodies» se están convirtiendo en elementos clave de estrategias de comunicación que pretenden ser más ecológicas y responsables.
Goodies, una forma de alinear su comunicación, valores y compromisos
En los últimos años, la cuestión de la RSE se ha convertido en un reto estratégico para las empresas. Supone un replanteamiento profundo de su posición y perspectiva en cuestiones sociales, económicas y ecológicas. Conscientes de los intereses en juego, muchas organizaciones han puesto en marcha una serie de acciones orientadas a la RSE, sobre todo por razones éticas y para mejorar su imagen ante sus socios y consumidores.
Hay que decir que estos últimos conceden especial importancia a los valores que transmiten las marcas. Según el estudio Global Consumer Pulse Research de Accenture, publicado en 2019 (pdf), el 60 % de ellos cree que las organizaciones que comunican sus compromisos son más atractivas que otras. Sin embargo, solo una cuarta parte de los profesionales encuestados en el estudio de LSA afirma que su empresa comunica sobre RSE.
Hay que decir que, a primera vista, el tema es peliagudo. ¿Cómo evitar el greenwashing? ¿Cómo ser realmente transparentes en todos los frentes? ¿Cuáles son las palancas que hay que activar? Para este último punto, se puede dar un primer paso optimizando los medios de comunicación, incluidas las golosinas.
Bolsas, botellas de agua, bolígrafos… Son simples objetos publicitarios que te permiten difundir tu imagen de marca. En cierto modo, son la representación material de sus valores y compromisos. Por eso, si ha adoptado un enfoque de RSE, es imperativo asegurarse de que sus productos sean ecorresponsables. De lo contrario, podría ser criticado por falta de transparencia con respecto a sus valores y acciones.
Las reglas de oro de las golosinas responsables
Ofrecer regalos promocionales ecológicos implica interesarse por varios aspectos del objeto, empezando por sus materiales de fabricación. Éstos deben ser biodegradables, reciclados y poco contaminantes. Hoy en día, muchos proveedores como Good Act proponen objetos fabricados con algodón orgánico, bambú o madera sostenible con una baja huella de carbono.
Al mismo tiempo, también debes comprobar el origen de los artículos y cómo se han fabricado. ¿Han sido diseñados localmente? ¿Se han utilizado productos químicos? Todos estos aspectos son importantes a la hora de buscar en Internet los productos perfectos.
Por último, lo mejor es optar por productos reutilizables. En lugar de una taza, elige una taza de bambú o una botella de agua de acero inoxidable. No tienes por qué renunciar a la estética, ya que hoy en día muchos distribuidores de regalos promocionales consiguen combinar diseño y sostenibilidad.
Para los más atrevidos, es posible ofrecer obsequios que causen una impresión duradera, como bolígrafos o tarjetas de visita para plantar. Es una forma interesante de dar una segunda vida a un objeto y asegurarse de que no se queda en un cajón.
Así pues, hoy en día existe una amplia gama de opciones para hacer que los regalos promocionales sean más respetuosos con el medio ambiente. Para una empresa, es la garantía de cumplir sus compromisos, reforzar su enfoque de RSE y mejorar su imagen de marca.
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